
"Nos ha robado el corazón a todos"
Profundamente conmovido el personal del Pediátrico
El Hospital Pediátrico -en Río Piedras- sirvió ayer de enlace a la primera de una serie de operaciones que varios médicos boricuas le realizarán gratuitamente a Gerilon Mondesir, un haitiano de 13 años que hasta ayer tenía un tumor en el rostro que amenazaba con cerrarle sus vías respiratorias.
La coordinación para este operativo médico fue realizada por la Fundación Haití se Pone de Pie, organización que se creó tras el terremoto que sacudió a ese país en enero de 2010.
Desde entonces, cada tres meses, varios médicos boricuas y otros profesionales de la salud unieron voluntades para viajar a esa tierra y atender a un sinnúmero de haitianos que perdieron sus extremidades. Su misión: realizar operaciones ortopédicas, hacer amputaciones y brindar servicios de rehabilitación postoperatoria.
Al toparse con el caso de Mondesir, la Fundación sirvió de enlace para traer al menor a la Isla. Además de conseguir que las operaciones se realizaran en el Hospital Pediátrico, se coordinó para que a los doctores Pablo Mojica y Ricardo Jiménez Lee se les concedieran privilegios especiales para poder operar allí al menor, ya que ninguno de los dos forma parte de la facultad médica del Pediátrico.
Mientras tanto, desde su llegada a la Isla, el menor ha cosechado la compasión y solidaridad del personal médico del hospital, principalmente, de los residentes de las diversas especialidades médicas.
“Nos ha robado el corazón a todos. Es un niño bien alegre a pesar de como tiene de desfigurada la cara”, dijo la doctora Liliana Morales Pérez, jefa de los residentes de Pediatría.
A modo de ejemplo, la doctora explicó que cuando ella y su esposo le regalaron unos carritos y una ropa, Gerilon comenzó a llorar de la emoción.
“(El niño) dijo que cuando llegara a su casa iba a ser el rey con tantas cosas”, mencionó Morales Pérez, con respecto a que, según le había dicho su madre, el menor nunca había tenido juguetes propios.
Además, Morales Pérez le entregó ayer al mediodía a la madre de Gerilon, Filiese Mondesir y a la enfermera que los acompaña y funge como su traductora, Marie José Paul, dos mochilas nuevas con ropa y artículos de primera necesidad, donados por una doctora que prefirió permanecer en el anonimato.
“Estamos haciendo una recolecta en el hospital. Son una familia bien humilde y agradecida”, dijo la doctora.
La madre del menor comentó que se sentía muy agradecida por la ayuda médica para su hijo. “Las gracias no son suficientes”, dijo, mientras Paul comentó que, ciertamente, la Navidad había llegado antes de tiempo para el adolescente.
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