Tres años después del sismo, Haití respira necesidad
Médicos boricuas continúan su misión de ayuda
Tres años después del fuerte terremoto, el aire que se respira en Haití aún huele a necesidad. La majestuosa Catedral Nuestra Señora de la Asunción, en Puerto Príncipe, sigue en ruinas. Del Palacio Presidencial solo queda el recuerdo, tras su demolición.
“Cerca del aeropuerto está más recogido, con menos basura, pero fuera de allí las condiciones de vida siguen iguales. Necesitan mucha ayuda”, sostuvo el doctor Humberto Guzmán, presidente de la Fundación Haití se Pone de Pie.
La semana pasada Guzmán y un grupo de médicos y protesistas se trasladaron a Haití en el viaje que realizan cada dos a tres meses al Hospital Adventista, en Carrefour. Esta vez realizaron ocho operaciones ortopédicas, atendieron a 35 pacientes, entregaron siete prótesis y midieron otras ocho. Entre los casos pendientes destaca el de un niño de seis años sin brazos. Al quedar pillado en su casa durante el sismo, su padre tuvo que cortárselos con un machete.
“Es un caso que nos tocó mucho y que vamos a ayudar”, aseguró Guzmán.
El grupo también se trasladó a Paillant para visitar a Gerilon Mondessir, el joven de 14 años que el año pasado fue operado en la Isla de un tumor en el rostro. Allí lo encontraron montado en su bicicleta. “Se alegró mucho de vernos. Lo encontramos muy bien. Ya está listo para seguir la reconstrucción de su rostro”, aseguró Guzmán.
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